El pasado día 5 de abril tuvimos el privilegio de recibir, tras 15 años sin aparecer por Cádiz, al grupo Dover con su gira “DEVIL CAME TO ME”, rememorando sus inicios y homenajeando al disco, con el mismo nombre, que los lanzó a lo más alto en el panorama del rock español. Muchos opinan, que no debieron salir de esta linea pero cada uno es libre de experimentar. Que les fuese mejor o peor ya depende del punto de vista.
La noche comenzó cuando llegué a las 23:00 a la Sala Supersonic. Teóricamente abrían a esta hora aunque al final resultó que había sido adelantado con lo que hubo cierta confusión y finalmente no comenzó la acción hasta casi la medianoche. Vimos un par de veces a Samu por la sala y a Amparo envuelta en un abrigo verde militar de completo incógnito.
Finalmente salió Dover a escena tal y como los recordaba pero esta vez a escaso metro y medio y en carne y hueso. El hecho de verlos tan de cerca hizo que el concierto fuese aún más espectacular. Comenzaron con temas del álbum “Devil Came to Me” suaves; la emoción, el rock y el espectáculo fueron creciendo conforme avanzaba la noche y llegaban canciones como “DJ” o “Flashback”. El momento más álgido de la actuación llego con “Serenade”. Impresionante. Cualquier adjetivo se quedaría corto a su lado. El público se vino arriba (Más de uno se lo tomo como algo literal) cantando a pleno pulmón la canción. Personalmente yo lo di todo con el tema, es de mis canciones favoritas y repito que el directo fue algo indescriptible.
Volvieron con temas aun más antiguos (Al menos para mí, que apenas levantaba más de medio metro del suelo cuando el grupo los sacó) pero que no dejaron indiferentes a nadie e hicieron temblar la Supersonic. Cristina tuvo un bonito detalle aquella noche cantando “Anacrusa” el día del 19 aniversario de la muerte del famoso Kurt Cobain, ya que esta la escribió tras la muerte del mismo, declarándose muy afectada en el momento en el que conoció la noticia.
Continuo la noche hasta que hicieron un breve descanso antes de despedirse por todo lo alto. Dejaron el plato fuerte para el final. Prendieron fuego al espacio con esa energía desbordante y el rock en estado más puro. Dover demostró que no había perdido nada de lo que eran antes. Fue completamente demencial como terminó todo. El local cantando “Devil Came to Me” a coro será algo que no se me olvidará fácilmente. Los chicos de Dover han vuelto y con fuerza, así que prepararse para lo que venga.
Tras terminar Cristina se lanzó al publico aclamante y como una más se colgó de la estructura metálica del techo. Para rematar estuvieron firmando para todos los fans que queríamos llevarnos algún recuerdo más de aquella noche fantástica.
No se como se lo pasarían ellos, pero de lo que estoy seguro es de que aquí estaremos con los brazos abiertos esperando a que vuelvan a prender la noche en llamas.
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eh! It's my life 